El primer pollo frito de laboratorio sabe casi igual y no necesita matar animales
Un catador afirma que lo volvería a probar, pero cada kilo cuesta, de momento, 17.000 euros. Si su precio se reduce lo suficiente, el futuro de la dieta carnívora podría dejar de depender de animales vivos
El pollo frito nunca dejará de ser un placer culpable. Pero tal vez una parte de los remordimientos estén a punto de esfumarse, ya que el pollo frito 2.0 aspira a no provocar la muerte de ni un solo pájaro.
Memphis Meats es una de las start-up que intentan producir carne sin matar animales. Su enfoque para generar lo que denomina como "carne limpia" consiste en cultivar células animales en el laboratorio y alimentarlas de nutrientes hasta que formen trozos lo suficientemente grandes para cocinar y comer. La empresa ya ha producido carne de ternera (al igual que otras). Y el año pasado, hizo una albóndiga.
Pero ahora Memphis Meats se ha centrado en las aves. Ha anunciado que ha producido lo que, según afirman, representan las primeras porciones de pollo y pato libres de animales y cultivadas en laboratorio. Los trozos resultantes han sido empleados para elaborar dos platos: unas tiras de pollo frito y un plato de pato a la naranja.
Si otras compañías como Memphis Meats logran producir sus productos a escala con éxito, los carnívoros podrían satisfacer su apetito de proteínas con sabor a carne sin las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la cría de animales para el consumo humano. También esquivaría elegantemente cualquier inquietud de maltrato animal asociada al estilo de vida carnívoro. En las condiciones adecuadas, unas pocas células podrían convertirse en miles de millones de tiras de pollo.
Aun así, hay que plantear una pregunta obvia: ¿saben bien? The Wall Street Journal habló con alguien que probó el pollo, al que aunque le supo "más esponjoso que una pechuga completa de pollo, prácticamente clavó el sabor de la variedad tradicional". Este catador también afirmó que lo volvería a comer, lo que probablemente es la medida de éxito más importante.
Entonces, ¿empezará KFC a freír pollo de laboratorio "para chuparse los dedos" en un futuro próximo? Es improbable, por varios motivos. Para empezar, la carne cultivada está lejos de producirse gran escala, lo cual sigue siendo un problema. Pero desde el punto de vista de los consumidores, lo más problemático es el coste. Memphis Meats calcula que producir casi medio kilo de pollo libre de animales le cuesta unos 8.500 euros. Es menos de la mitad de lo que costaba su ternera hace tan sólo un año, pero la cifra está muy por encima de lo que hasta el mayor gourmet asediado por sentimientos de culpa estaría dispuesto a gastarse en ingredientes.
Pero, como informamos poco después del último Día de Acción de Gracias, el precio seguirá reduciéndose poco a poco. De hecho, el profesor de la Universidad Estatal de Carolina del Norte (EEUU) Paul Mozdiak, que se dedica a cultivar carne de pavo en el laboratorio, señala que teóricamente podría resultar más económico que la cría de animales, porque no hay que producir plumas ni huesos innecesarios, sino que toda la energía y los nutrientes podrían ser destinados a producir más carne.
Memphis Meats está de acuerdo. Afirma que debería poder reducir los costes lo suficientemente rápido como para comercializar sus productos a un hambriento público en algún momento de 2021. Si lo consigue, el único motivo de culpa al devorar unas tiras de pollo estará en las calorías.
Editado por: MIT Technology Review
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