Intel entra la carrera del coche autónomo a golpe de talonario
Los rumores se han hecho realidad y el noviazgo entre Intel y la israelí Mobileye se ha convertido en matrimonio, pero a cambio de 14.300 millones de euros.
Fundada en 1999, MobilEye centró sus esfuerzos en mejorar su
tecnología para reducir las lesiones y muertes en accidentes de tráfico. Esta
compañía fabrica cámaras, sistemas y sensores que mejorar la conducción
autónoma de vehículos.
Proveedora de tecnología para coches autónomos, que ha
despertado el interés en muchas firmas. Una de ellas fue Goldman Sachs que ya
apostó por sus sistemas con una inversión de 130 millones de dólares.
Tesla también ha sido uno de sus clientes hasta que el
accidente mortal de uno de sus Model S truncó al acuerdo entre la israelí y la
compañía de Elon Musk. Las cámaras y sensores construidas por MobilEye fallaron
al detectar el camión que acabó colisionando con el vehículo eléctrico
estadounidense, que tenía conectado el piloto automático.
Sin embargo, este pequeño punto negro en el historial de
MobilEye no ha impedido expansión en el sector del vehículo autónomo. Desde
enero, la firma de Oriente Medio trabaja junto con Intel para desarrollar
tecnología que ponga en circulación los vehículos sin conductor de BMW y que se
esperan para la segunda mitad de este año.
Esta adquisición permite a Intel plantar cara a otros
gigantes del sector como Qualcomm y Nvidia que llevan varios meses de adelanto
a la firma estadounidense en el desarrollo de chips para vehículos autónomos.
Más informacion en HOY DIGITAL
Comentarios
Publicar un comentario